Crítica: 9

La inexperiencia de Shane Acker a la hora de afrontar su primer proyecto como director en "9",con un curriculum en el que solo podemos destacar su trabajo como animador en "El señor de los anillos: el retorno del rey" y poco mas,nos dejaba la duda de si Tim Burton a la produccion iba a dejarse notar demasiado en el resultado final de "9" y la verdad que exceptuando la estética tenebrosa y a ratos gótica de la película si no supiera que Burton esta metido en el meollo no se me ocurriría pensar que el tendría algo que ver con ella.Un punto a favor de Acker.En 9, la historia se centra en un fuuro apocalíptico en el que la raza humana ya extinguida, solo ha dejado como herencia, a traves de un brillante científico,un grupo de pequeños robots que tratan de descubrir que ha pasado con el mundo y encontrar respuestas a su propio origen.La película estéticamente oscura y desoladora a mas no poder,nos muestra a traves de los curiosos y simpáticos personajes,una visión desenfocada de la lucha entre las luces y las sombras del ser humano,pero sin dar pie casi en ningún momento al sentido del humor, y que poco a poco,según va avanzando la historia se convierte en una aventura en la que prima la acción sobre todo lo demas.

En ese sentido se hace divertida, pero decepciona las pocas respuestas que ofrece, que no sea mas compleja en cuanto a reflexiones o dilemas morales y que al final, cuando desde el principio pensabamos que era una película madura y cerebral, se descubre para hacernos ver que es mas infantil de lo que quería hacernos creer.El argumento es un guión estilo Disney azucarado bastante bien camuflado con unos personajes que si bien carecen de rasgos definidos consiguen conectar con el espectador y a ratos incluso emocionar aunque solo sea un poquito.Aun así , se trata de una película totalmente recomendable,con la que no tuve en ningún momento la sensación de estar perdiendo el tiempo.Una película que disfrutareis mas si la veis despojados de cualquier pretensión filosófica.

Lo mejor: su factura artística.

Lo peor: Su discurso acaba enterrado por un puñado de buenos sentimientos e intenciones.